¿Construyendo un nuevo NAS? ¿Actualizar el que ya tienes? Entonces querrás conocer las unidades NAS y sus numerosas configuraciones, opciones y especificaciones.
¿Qué es una unidad NAS?
Una unidad de almacenamiento conectado a la red (NAS) es un disco duro especializado diseñado específicamente para sistemas de almacenamiento en red.
A diferencia de los discos duros de escritorio estándar, las unidades NAS están diseñadas para funcionar en los entornos únicos de los sistemas NAS, que generalmente implican un funcionamiento continuo las 24 horas del día, los 7 días de la semana, con múltiples usuarios accediendo a los datos simultáneamente.
Además, las unidades NAS suelen ofrecer mayor confiabilidad y durabilidad y están diseñadas para soportar los rigores del uso constante. A menudo vienen con tecnología para reducir la vibración, lo cual es crucial en las unidades NAS de múltiples bahías, y tienen firmware optimizado para el uso de almacenamiento en red, lo que mejora el rendimiento y la compatibilidad con los dispositivos NAS. Las unidades NAS también están diseñadas para soportar la mayor producción de calor que puede ocurrir en gabinetes NAS muy compactos.
La mayoría de las unidades NAS son ideales para aplicaciones domésticas y empresariales, aunque algunas unidades NAS de nivel empresarial vienen con soporte adicional para almacenamiento, uso compartido y copia de seguridad de datos.
Entonces, ¿qué debe tener en cuenta al comprar una unidad NAS?
1. Tipo de unidad
Al seleccionar unidades para un NAS, es fundamental optar por unidades específicas de NAS en lugar de discos duros de escritorio estándar. Las unidades NAS, como WD Red, Seagate IronWolf o Synology HAT5300, están diseñadas para las demandas únicas de los sistemas NAS. Estas unidades suelen contar con tecnología para reducir la vibración, lo que puede ser un problema en las unidades NAS de múltiples bahías. Además, las unidades NAS están diseñadas para un funcionamiento continuo y se prueban para entornos 24 horas al día, 7 días a la semana, lo que las hace más confiables para el uso de almacenamiento en red. También vienen con firmware optimizado para el uso de NAS, que puede mejorar el rendimiento y la compatibilidad con los sistemas NAS.
2. Capacidad
Junto con el tipo de unidad, la capacidad de almacenamiento de la unidad es una preocupación principal al configurar un NAS. La capacidad necesaria depende de sus requisitos actuales de almacenamiento de datos y de las necesidades futuras previstas. Las unidades NAS están disponibles en varios tamaños, desde unos pocos terabytes (TB) hasta 16 TB o más por unidad, como el Seagate Exos X16. A menudo resulta más rentable comprar unidades más grandes de las necesarias inicialmente para permitir una futura expansión sin reemplazar las unidades existentes.
Sin embargo, también es esencial tener en cuenta que las unidades más grandes pueden tardar más en reconstruirse en configuraciones RAID (pero tenga en cuenta que se trata de una escala principalmente lineal: más datos y más capacidad equivalen a tiempos de reconstrucción más largos). Equilibrar sus necesidades actuales con la expansión futura teniendo en cuenta las restricciones presupuestarias es clave para elegir la capacidad adecuada.
3. Velocidad y rendimiento
La velocidad de una unidad NAS normalmente se mide en RPM (revoluciones por minuto), siendo las velocidades comunes 5400 RPM y 7200 RPM. Las unidades de RPM más altas, como la serie WD Black de 7200 RPM, pueden proporcionar un acceso a datos más rápido, lo cual es beneficioso para aplicaciones que requieren un alto rendimiento de datos. Sin embargo, las RPM más altas también pueden provocar un aumento del calor y el ruido, lo que puede ser una consideración dependiendo de la ubicación del NAS.
Además, el tamaño de la caché de la unidad puede afectar el rendimiento. Un caché más grande, como los 256 MB que se encuentran en algunas unidades NAS de alta gama, permite un acceso más rápido a los datos utilizados con frecuencia. Equilibrar la velocidad con otros factores como el ruido y el calor es esencial para un rendimiento óptimo del NAS.
4. Fiabilidad y durabilidad
La confiabilidad es primordial para las unidades NAS, ya que a menudo almacenan datos críticos. Busque unidades con una tasa de falla anual (AFR) baja y ciclos fuertes de carga/descarga. Los fabricantes suelen proporcionar clasificaciones de confiabilidad, como MTBF (tiempo medio entre fallas).
Las unidades como Seagate IronWolf Pro o WD Red Pro ofrecen índices MTBF altos, lo que indica una vida útil más larga. Estas unidades a menudo incluyen características como una mayor tolerancia a la vibración y están diseñadas para soportar los rigores del funcionamiento 24 horas al día, 7 días a la semana. Elegir una unidad con un buen historial y garantía (a menudo de 3 a 5 años) puede brindar tranquilidad mientras lee reseñas y analiza el historial de confiabilidad del fabricante.
5. Compatibilidad
Suena obvio, pero es fundamental asegurarse de que sus unidades NAS sean compatibles con su dispositivo NAS. Los fabricantes de NAS como Synology, QNAP o Netgear proporcionan listas de unidades compatibles, y estas listas se actualizan periódicamente y tienen en cuenta factores como el tamaño máximo de unidad admitido, las funciones específicas de la unidad requeridas y la compatibilidad del firmware.
Es importante comprobar la compatibilidad de las unidades NAS antes de comprarlas, ya que las unidades incompatibles pueden provocar un rendimiento deficiente y pérdida de datos. Algunos sistemas NAS también pueden tener limitaciones físicas, como solo admitir unidades de 2,5 pulgadas o tener un espacio libre de altura máximo, lo que debe tenerse en cuenta al seleccionar una unidad. Si está construyendo un NAS desde cero a partir de componentes de hardware más antiguos, la compatibilidad es un problema menor, pero aún así vale la pena comprobarlo antes de comprarlo.
6. Ruido y consumo de energía
Probablemente mantendrá su NAS en funcionamiento las 24 horas del día, los 7 días de la semana, por lo que el ruido y el consumo de energía de las unidades son consideraciones importantes. Las unidades con RPM más altas, aunque más rápidas, también pueden ser más ruidosas y consumir más energía.
Para un entorno doméstico, donde el NAS puede estar ubicado en una sala de estar o en una oficina, pueden ser preferibles unidades más silenciosas con RPM más bajas, como algunos modelos de la serie WD Red. La compensación suele ser una ligera reducción del rendimiento. El consumo de energía también es un factor clave para los costos de energía y el impacto ambiental. Las unidades energéticamente eficientes consumen menos energía, lo que genera ahorros significativos con el tiempo, especialmente en configuraciones NAS más grandes. Las especificaciones del producto suelen incluir cifras de consumo de energía, que pueden utilizarse a modo de comparación.
7. Precio por Terabyte
El costo de las unidades NAS puede variar significativamente, por lo que es importante considerar el precio por terabyte (TB) al realizar una compra. Las unidades de mayor capacidad suelen ofrecer un menor coste por TB, pero la inversión inicial es mayor.
Por ejemplo, una unidad de 10 TB puede tener un costo por TB menor que una unidad de 4 TB, pero el precio general es más alto. Es crucial equilibrar las restricciones presupuestarias con las necesidades de almacenamiento. Las ofertas especiales y los descuentos por compras al por mayor también pueden afectar el precio por TB. Además, si bien las unidades específicas de NAS tienden a ser más caras que las unidades de escritorio normales, sus características mejoradas y su confiabilidad a menudo justifican el costo adicional, especialmente en un NAS donde la integridad de los datos es crucial.
8. Redundancia y soporte RAID
Si planea utilizar una configuración RAID para mayor protección y redundancia de datos, deberá asegurarse de que las unidades elegidas sean adecuadas para el nivel RAID previsto.
Algunas unidades NAS, como las series Seagate IronWolf y WD Red, están diseñadas específicamente para funcionar de manera óptima en entornos RAID. Estas unidades pueden soportar el aumento de vibración y carga de trabajo asociadas con las configuraciones RAID. La elección del nivel RAID (por ejemplo, RAID 1, RAID 5, RAID 6) también influirá en la cantidad y el tipo de unidades necesarias.
Por ejemplo, RAID 1 requiere unidades del mismo tamaño para la duplicación, mientras que RAID 5 y RAID 6 necesitan al menos tres y cuatro unidades, respectivamente, y ofrecen más eficiencia de almacenamiento. Es importante equilibrar el nivel deseado de protección de datos con el presupuesto disponible y los requisitos de capacidad.
5 sugerencias de unidades NAS
Ya leyó sobre qué buscar, así que completemos el asunto con algunas sugerencias de unidades NAS.
Modelo de unidad |
Capacidades (TB) |
MTBF (horas) |
RPM |
Caché (MB) |
Escritura sostenida (MB/s) |
---|---|---|---|---|---|
Seagate IronWolf |
1 – 12 |
1 millón |
5.400 – 7.200 |
64 – 256 |
180 – 210 |
Seagate IronWolf Pro |
4 – 18 |
1.2 millones |
7.200 |
256 |
220 – 260 |
Rojo digital occidental |
2 – 6 |
1 millón |
5.400 |
256 |
180 |
Toshiba N300 |
4 – 16 |
1 – 1,2 millones |
7.200 |
128 – 512 |
204 – 274 |
Sinología HAT5300 |
4 – 16 |
1 – 1,2 millones |
7.200 |
128 – 512 |
204 – 274 |
Cada una de estas unidades NAS es una excelente opción y podrá encontrar el tamaño de almacenamiento de la unidad para cualquier configuración NAS.
Proteja sus datos con una unidad NAS adecuada
Elegir una unidad NAS puede resultar un poco abrumador; hay numerosas opciones. Debe adaptarse a la cantidad de datos que necesita, tener en cuenta la redundancia y más. Sin embargo, no tiene por qué ser abrumador y existen pasos claros que puede seguir para elegir las unidades adecuadas para su configuración NAS.
Sólo recuerde tener cuidado al utilizar una unidad de escritorio normal en su configuración NAS. La mayoría de las unidades de escritorio normales no están equipadas con el mismo firmware o nivel de ajuste que una unidad NAS, y esto podría provocar la pérdida de datos en el futuro.