La comida preparada genera una serie de desperdicios a los que normalmente no solemos dar mucha importancia después de utilizarlos. Por norma general, según el tipo de alimento, tendremos en nuestras manos un residuo al que bien podemos dar una segunda vida, o bien que solo pueden cumplir con la función de almacenar los alimentos hasta que los vayamos a consumir.
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En un momento en el que el reciclaje se ha vuelto una cuestión fundamental en todos los hogares, es fundamental contar con un método para reciclar en casa sin convertir la cocina en un auténtico desbarajuste. Para cada material, necesitarás un cubo: amarillo para los plásticos, azul para papel y cartón, gris para restos y verde para el vidrio.
Lo más normal es que las bolsas para restos y plásticos se llenen con mucha más facilidad y tengas que sacar la basura de manera mucho más frecuente. En el caso de los vidrios, quizás puedas quitarte algún que otro envase dándoles una segunda vida. Los botes de cristal con tapa pueden cumplir múltiples funciones después de gastar su contenido. El primero de ellos es envasado de alimentos como las aceitunas, contenidos en latas o en botes de plástico.
Un jardín casero
Sin embargo, un uso que seguramente muchas personas desconozcan es el de material para la jardinería casera. Son muchos los que cuentan con un jardín en casa. Es un hobby ideal para mantener la concentración y generar una responsabilidad adicional a la que tenemos que prestar atención con frecuencia para evitar que las plantas se mueran.
Además, se trata de una manera ideal de generar un entorno verde en casa en plena ciudad. No necesitarás muchos materiales para montar tu propio jardín dentro de casa, aunque debes saber que cada planta requiere de un cuidado particular. Asegúrate de que cada elección se adapte a las condiciones climáticas para alargar su vida todo lo posible y hacer que florezcan todo lo posible.
En este caso, si cuentas con muchos botes de cristal por casa y no sabes qué hacer con ellos, aquí tienes una solución clave: úsalos a modo de maceta. Hazte con unas piedras de pequeño tamaño para añadirlas al fondo del bote y pon encima la tierra hasta cubrir la mitad del bote. Después, pon más piedras por encima y termina tu trabajo de jardinería colocando tu planta dentro, de tal forma que te asegures cada cierto tiempo de regarla.
Debes tener en cuenta que llegará un momento en que la planta habrá crecido tanto que será necesario trasplantarla a una maceta más grande. Ojo, porque también podrás utilizar botellas viejas de cristal para crear un macetero más amplio en el que podrás meter más de una planta. Para ello, deberás abrirla por la mitad y, ahora sí, decorar tu pequeño jardín a tu gusto.