La cremallera o cierre es una de esas revoluciones copernicanas que realmente cambiaron la historia de la moda y del traje mundial. Patentada por primera vez por Elias Howe en 1851, el mismo que inventó la máquina de coser, dio origen a un «cierre automático continuo de prendas» consistente en pequeños ganchos en serie dispuestos sobre una solapa de tela que se enganchaban en unos orificios especiales situados en el lado opuesto. Tras una serie de modificaciones y de ilustres nombres que hicieron sus aportaciones personales para crear la versión que conocemos hoy (la última patente se registró en 1917), no adoptó el nombre de «Zip» hasta 1934, debido a su uso en el interior de un par de botas de trabajo para marineros fabricadas por Zipper Boot.
Hoy, más que nunca, la cremallera, o zip, es muy utilizada tanto en invierno como en verano en muchas prendas, tanto técnicas como deportivas. Sin embargo, como todo objeto, la cremallera también está sujeta al desgaste, y con el uso tiende a romperse o a salirse del raíl en el que se inserta para abrirse. Sustituirla no es barato, desde luego, y no siempre se pueden tirar las prendas. Te explicamos cómo puede sustituirse en casa utilizando sólo unos alicates.
Cremallera abierta o cerrada: el error que cometes al lavar la ropa
No todos los daños en las bisagras se deben a un único problema, veamos los diferentes casos en los que se puede romper una bisagra y cómo se puede reparar en unos pocos pasos en casa utilizando sólo unos alicates. Veamos cómo.
1. Cómo reparar una cremallera abierta
Puede ocurrir que la cremallera se abra por completo, pero esto sólo se debe a que el deslizador está suelto y ya no agarra los dientes. Basta con ir al interior de la cremallera con los alicates, apretar suavemente el deslizador a ambos lados de la tela y el problema estará resuelto. Moviendo suavemente la corredera verás que ahora se cierra bien.
2. Cómo reparar una cremallera atascada
A veces al carro de la bisagra le cuesta subir y bajar, pero es solo cuestión de que el metal está demasiado desgastado. Basta con aplicar un poco de cera o una vela en la superficie de la bisagra para solucionar el problema de que el carro se deslice por los raíles. No obstante, para estar seguro, comprueba siempre la parte trasera de la bisagra para asegurarte de que no haya ninguna tela o hilo que se haya quedado enganchado en los dientes durante el proceso, obstruyendo el paso de la cremallera.
3. Cómo reparar una cremallera con los dientes doblados
En este caso tienes que levantar los dientes con unos alicates, pero muy suavemente sin romperlos, y luego doblarlos para permitir que la bisagra se deslice sobre el raíl. Si, por el contrario, falta la muesca, hay que cortar un palillo de plástico en trozos muy pequeños e intentar insertar la nueva muesca en un eje paralelo a los existentes.