La situación se dio en un grupo de WhatsApp de un edificio, donde los vecinos se comunican para asuntos internos de dicho edificio.
El problema viralizado, comenzó cuando una vecina que le gusta enviar comunicados al grupo opinó sobre el uso del estacionamiento y que se respeten los lugares, así mismo adjuntó planos del estaciomiento, para demostrar que ella tenía razón.
No obstante, a su mensaje, un vecino le respondió con un sticker de Pablo Escobar «Anotado», por lo que la vecina descontextualizó y lo tomó como una ofensa y una amenaza.
La vecina dramática, envió nuevamente otro comunicado informando a toda la comunidad del edificio que se trataba de una amenaza y que iniciaría acciones. A la semana, le llegó la citación al vecino para que se presente a comparecer sobre sus actos.
Luego de esto, la vecina no dejó sin efecto y llevó todo hasta las últimas consecuencias, porque avisó mediante el grupo que la jueza iba a dar su veredicto. Que en resumen, conciliaron el caso… instaron a la paz y a que el grupo fungiera como de comunicación oficial, limitando gran parte de las interacciones. Nadie fue preso, tampoco nadie ha vuelto a usar «el sticker del sicario», finalizó la usuaria de la divertida historia de Twitter.
Chismecito completo para los oídos inquietos, porque alimentar el chisme es mejor que alimentar el ego. Abro hilo%uD83E%uDD41 https://t.co/RLvjGVB7W1
— Alejandra Pérez (@_alepe) May 25, 2023
