Ahora, el juez de la causa tiene cinco días para decidir sobre la situación procesal del ex futbolista, que permanecía internado en el sanatorio Anchorena de San Martín.
En la mañana de este jueves, el fiscal se trasladó al centro asistencial del noreste del Gran Buenos Aires para tomarle declaración al ex futbolista, pero los médicos del establecimiento le informaron que no estaba en condiciones de hacerlo.
Según una línea de la investigación del hecho que trascendió en forma extraoficial, se intenta establecer si Díaz utilizaba su teléfono celular en el momento del fatal accidente.
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El siniestro se produjo el pasado martes al mediodía, en la localidad de 9 de Julio, bajo una torrencial lluvia, cuando en el kilómetro 252 de la ruta 5, la camioneta Dodge RAM que conducía Michael Díaz, de 37 años, junto a su esposa Bárbara Oliver, de 31, y el hijo de ambos, de 8, chocó en forma frontal contra el utilitario Renault Kangoo que guiaba Alberto Flaqué, un ex bombero voluntario oriundo de 25 de Mayo.
Como producto del impacto, tanto Oliver como Flaqué, quien tenía 65 años, fallecieron en el lugar del accidente, mientras que tanto Díaz como el niño resultaron heridos: el primero una fractura en una de sus piernas y el segundo un esguince de tobillo.
Este miércoles, Ramón Díaz, quien es entrenador del Al Hilal de Arabia Saudita, arribó a la Argentina para acompañar a su hijo Michael.
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El ex goleador de la Selección argentina y entrenador de River Plate, Independiente y San Lorenzo entre varios equipos, fue comunicado de lo ocurrido por otro de sus hijos, Emiliano, quien lo secunda en su trabajo en tierras árabes, durante un partido que el Al Hilal disputaba por la Liga de Campeones de Asia.
