La investigadora judicial ahondó en detalles en una audiencia que se realizó este jueves con motivo de la prisión preventiva. La prueba clave son las imágenes de las cámaras de seguridad del comercio. Según la teoría acusatoria, Colo Quarñolo estaba al tanto de que las cámaras no funcionaban pero lo que no sabía es que el día anterior al hecho de sangre -un miércoles donde estaba de franco- habían sido reparadas. Tal vez por ese motivo los delincuentes actuaron a cara descubierta y dejaron un tendal de evidencias que los terminaron complicando. La fiscal Ríos mostró ante las partes, incluida la familia de Salzmann, el paso a paso del accionar delictivo.
Otras pruebas del crimen en Guaymallén
Las grabaciones también muestran el momento en que Martín Salzmann es golpeado con una barreta en la cabeza y luego es ejecutado de un disparo en el suelo -se preservan debido a su contenido sensible-.
Pero la fiscal Ríos también esgrimió otras evidencias, como la declaración indagatoria de Cubito Garro que admitió haber participado del robo y aportó el nombre de los otros tres asaltantes. En su testimonio, este joven aseguró que nunca se enteró que habían asesinado al dueño del local sino que sus cómplices le dijeron que el disparo que escuchó fue para amedrentarlo.
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Por otro lado, se encontraron conversaciones de Whatsapp donde el entorno de Garro hablaba sobre su torpeza en no haber huido hacia San Luis mientras estuvo prófugo y entre algunos de los acusados hablaban de que se iban a meter «en ese rancho hermoso» y también planificaban otro robo en la casa de un matrimonio que se encontraba de vacaciones.
Los pesquisas tecnológicos también encontraron varias amistades en común entre los perfiles de Facebook de los sospechosos y sus entornos familiares y amorosos.
Próxima resolución
La querellante oficial Claudia Vélez adhirió al pedido de prisión preventiva que realizó la fiscal Ríos, mientras que la mayoría de las defensas se opusieron. La única que no presentó objeciones a esta altura del expediente fue la defensora oficial Laura García, que representa legalmente a Zurdo Romero.
En tanto que los defensores particulares del resto de los sospechosos rebatieron el pedido argumentando que en algunos casos que las evidencias no son suficientes y en otros que no existe riesgo de fuga o de entorpecimiento de la investigación si recuperan su libertad.
La jueza Mirna Montaldi se tomó un cuarto intermedio para resolver no solamente el pedido de prisión preventiva sino también una solicitud de embargo de 1 millón de pesos para cada uno de los sospechosos que realizó la Fiscalía de Homicidios.
Crimen en Guaymallén
El 16 de febrero pasado, cerca de las 15, una banda de asaltantes ingresó al lubricentro Penta ubicado en calle Mitre, a metros del cruce con Mathus Hoyos, en Bermejo. Los malvivientes estaban armados y tenían guantes en sus manos. Rápidamente redujeron a una joven y comenzaron a exigirle el dinero que estaba en una caja fuerte. Se dirigieron hasta el fondo del comercio que colinda con la casa familiar. Martín Salzmann, el propietario del lugar, salió al patio interno alertado por los ruidos. Los malvivientes lo redujeron tras un golpe en la cabeza con una barreta y segundos después efectuaron un disparo que impactó en su hemitórax izquierdo. El hombre murió a los pocos segundos.
Los asaltantes huyeron con la caja fuerte que tenía una suma de dinero en dólares que el comerciante había comprado pocos días atrás ya que tenía planeado unas vacaciones en Brasil junto a su hija, su pareja y sus padres -estos últimos ya lo estaban esperando en la frontera-.
La teoría de la Fiscalía es que el empleado del lubricentro, Colo Quarñolo, fue quien brindó el dato sobre el dinero y el funcionamiento del local. La hipótesis sostiene que este hombre tenía una deuda pendiente por compra de estupefacientes y decidió saldarla aportando el dato para los asaltantes.