
En un principio el cuevero Javier Ideme estaba sospechado de hacer de nexo entre sus amigos y un arbolito de su cueva en la galería Tonsa -Jorge Ballena Herrera (47)-, quien finalmente a través de su hijastro consiguió los sicarios para concretar el crimen en Ciudad. Pero con el entrecruzamiento de mensajes se comprobó que no sólo Guillermo Sosa mantenía una deuda con el prestamista asesinado, sino también Ideme.
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Fuentes judiciales comentaron que tanto el cuevero como Sosa referían que tenían que pagarle una deuda de 40 mil dólares a Matías Miralles, la cual se había elevado considerablemente con los intereses. Si bien ambos eran deudores, Marías Miralles apretaba y amenazaba solamente a Guillermo Sosa para exigirle los pagos ya que Javier Ideme «era un tipo pesado» por su vínculo con cuevas financieras y demás, según la nueva teoría de la Fiscalía.
Tras su captura, el fiscal de la causa solicitará nuevamente la prisión preventiva contra el cuevero. Una vez que se resuelva este punto, el caso se encaminará a ser develado en un juicio por jurado popular donde los seis sospechosos arriesgan una potencial pena de prisión perpetua.
Crimen en Ciudad
Matías Oscar Miralles (33) fue acribillado a tiros el 9 de junio de 2022 en la Cuarta Sección. Los asesinos llegaron en una motocicleta hasta su casa ubicada en calle Montecaseros, frente a la plaza Cobos. Uno de ellos tenía una mochila de Pedidos Ya, la aplicación para deliverys. Tocaron el timbre y cuando la víctima salió a abrir fue acribillada de varios disparos. La principal hipótesis del hecho es que el móvil del crimen está vinculado a la actividad de Miralles, quien era prestamista.
Con el correr de los días, una pericia balística determinó que los tiros fueron efectuados por una pistola que ya ha estado involucrada en al menos dos hechos más. Por un lado el crimen de Tomás Patón (18), ocurrido el 10 de abril de 2021 en el barrio 20 de Julio de Las Heras. En ese caso, la víctima fatal circulaba en una moto con Lucas Segovia y efectuaron disparos contra otro joven, quien se defendió y terminó matando al conductor. Por este motivo, quedó libre por legítima defensa.
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En tanto, la pistola 9 milímetros fue la misma que protagonizó la balacera en la cancha de Huracán Las Heras que ocurrió el 31 de octubre pasado. Ese día, la facción disidente de la barra brava comenzó a efectuar disparos mientras el Globito recibía a Ferro de General Pico. Mauricio Romero, el director técnico del equipo pampeano, fue rozado por una bala en la axila izquierda y debió ser trasladado al Hospital Carrillo. Afortunadamente, la herida fue superficial y no le trajo complicaciones de salud.
De esta forma se realizaron allanamientos en casas de distintos barrabravas y Lucas Segovia (22) se convirtió en el primer detenido en la causa. Semanas después, un testigo de identidad reservada declaró que escuchó a este joven ofrecerle «plata y merca» a Pablo Herrera (20) y a un menor de 16 años conocido como Chongo a cambio de cometer el asesinato.
Con el avance de la investigación, quedó detenido el padrastro de Segovia, Jorge Herrera, quien trabajaba como arbolito en una cueva de la galería Tonsa que era propiedad de Cristian Ideme. Este último era amigo de Guillermo Sosa, el dueño del corralón que tenía una millonaria deuda con Miralles y recibía constantes amenazas del prestamista.