Murió la mamá de Maju Lozano y la conductora la despidió con un conmovedor posteo: “Te amo con toda mi alma”

Maju Lozano despidió a su mamá, Ana María Lahitte, con un sentido posteo en redes sociales. Desde hace días, la mujer de 83 años se encontraba en un delicado estado de salud, por lo que la conductora viajó a Paraná, Entre Ríos, de donde es oriunda para acompañarla.

Ahora sí, mamita, a bailar en paz. Te amo con toda mi alma”, escribió en sus historias de Instagram junto a un video donde se la puede ver bailando en la calle.

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Maju Lozano despidió a su mamá. (Foto: Captura Instagram /soymaju)

La conmovedora carta abierta de Maju Lozano un día antes de la muerte de su mamá

Este domingo, Maju Lozano compartió una sentida reflexión en redes sociales. “La vida es una gran sala de espera. Vivimos esperando que nos toque el turno… el turno del amor, del desamor, del trabajo, del descanso, del fin de semana, del feriado, del almuerzo, de los amigos, los enemigos…”, comenzó escribiendo.

“Esperamos y desesperamos, y esperamos sin esperar nada. Y así la vida y así la muerte. En estos momentos me encuentro en la sala de espera más dura que me ha tocado esperar. Estoy acá con mi madre a mi lado esperando la muerte, su muerte que es también, un poco la mía”, dijo en referencia al doloroso momento que estaba atravesando.

La conmovedora carta abierta de Maju Lozano un día antes de la muerte de su mamá. (Foto: Captura Instagram /soymaju)

La conmovedora carta abierta de Maju Lozano un día antes de la muerte de su mamá. (Foto: Captura Instagram /soymaju)

Luego se sinceró: “No es una espera como la esperaba, no es tan cruda como la pensé… por momentos es insoportable y enloquecedora, y por momentos huele a paz y a ternura. ¡Estoy sola recostada a su lado, esperé mucho este momento, estaba abrumada con tanta gente velándola en vida! Ansiaba estar a solas con ella. Escucho su respiración que por momentos se detiene y son segundos de inmensa incertidumbre y un poco también mi respiración se detiene y es una pausa eterna y volvemos a arrancar”.

Entonces, describió el cuadro: “El goteo de la morfina cae lentamente y el monitoreo hace un juego de luces que creo me encanta, hay algo en el ritmo de ese goteo, las luces y la respiración de mi madre que me resultan fascinantes. Van a ritmo y eso me gusta, me gusta lo que sucede en el silencio de esta espera. No sé qué la detiene, se lo he preguntado infinitas veces, pero tampoco sé si ella lo sabe, quizás una vez más esconde un secreto”.

Maju contó que le puso un rosario con olor a rosas entre las manos. Y continuó: “La miro y sé que ya no es ella, es tan coqueta que estoy segura de que no le gustaría verse así. Si pudiera le pondría rubor en sus mejillas, no le gusta verse pálida, no traje rubor, no pensé que lo necesitaría”.

Maju Lozano en el último cumpleaños de su mamá. (Foto: Captura Instagram /soymaju)

Maju Lozano en el último cumpleaños de su mamá. (Foto: Captura Instagram /soymaju)

“Respira, se detiene y respira. Por momentos quiero que se detenga, pero cuando se detiene la miro y le digo ‘mami, no seas vagoneta’. ¿Qué será lo que la detiene? Ya le dije que se vaya, ya hice todo lo que te recomiendan los médicos y psicólogos. Los curas y las enfermeras. Pero la muerte es esa cosa extraña con tiempos propios. La inmanejable muerte. Me pregunto qué prefiero, me pregunto si quiero que venga ahora que estamos las dos solas o cuando venga mi hermana y estemos las tres como siempre lo hemos estado. Me pregunto si me daré cuenta, si la habitación se pondrá fría y oscura o tibia y luminosa”, continuó.

En ese momento del relato, expresó: “Es extraña la vida, casi siempre lo es, pero cuando la muerte anda rondando todo se detiene un poco”. Tras asegurar que no tiene reproches para su madre, explicó cómo había imaginado ese momento y lo contrapuso a lo que ocurre: “La muerte no es tan romántica… La muerte es la muerte y se la vive cómo puede…”.

“Me gusta saber que ella sabe que la amo, este puente silencioso que se ha creado entre las dos, la música de su respiración pausada y ese leve sonido del aparatito que la asiste”, reflexionó. Y concluyó: “Me gusta la paz que hay en el cuarto, cuidarla en soledad, unidas en la espera de su muerte y no duele tanto por ahora… estoy preparada en la espera para cuando ella lo esté. Tranquila mami, acá estamos para cuando vos lo decidas. Vení cuando ella te llame, muerte, vos ya sabés el camino”.